Historia y Futuro
SEMILLAS .--
- ¿Por qué exploramos?¿Qué debemos explorar?
- Los comienzos de la Historia Espacial.
- La carrera espacial a la Luna – años 60.
- Las nuevas misiones lunares.
- La nueva estación cislunar.
- Misiones a Marte.
- Robledo de Chavela.
1. ¿Por qué exploramos?¿Qué debemos explorar?
Son numerosas las razones que han llevado al ser humano a explorar el espacio, desde satisfacer la propia curiosidad humana, desarrollar tecnología avanzada, que pueda aplicarse tanto en la Tierra como en futuras colonias espaciales, prepararnos para habitar otros mundos, hasta la expansión de la economía. La exploración espacial nos permite responder a preguntas fundamentales sobre la vida, nuestro sistema solar y el universo. El estudio del Sol, los planetas, lunas, asteroides y cometas, no solo ofrecen una rica información científica, sino que podrían ser una fuente de recursos que beneficien a la humanidad. Más allá de las razones, la especie humana se ha caracterizado durante toda su evolución, desde su origen en África hasta la actualidad, por la necesidad de explorar todo lo que le rodea, expandirse y abrir de manera continua nuevas fronteras.
2. Los comienzos de la Historia Espacial
La exploración espacial comenzó con el lanzamiento del Sputnik en 1957, el primer satélite artificial en orbitar alrededor de la Tierra. Las necesidades de supervisar un territorio tan grande como la Unión Soviética de manera centralizada, llevaron a la humanidad al espacio por primera vez. Ese mismo año, la perra Laika se convirtió en el primer ser vivo en viajar al espacio. Cuatro años más tarde, Yuri Gagarin sería el primer ser humano. Estos hitos tuvieron un extraordinario impacto en la sociedad a escala global durante la Guerra Fría y llevaron a la carrera espacial. En 1958, Estados Unidos creó la agencia espacial NASA en respuesta a los logros soviéticos. La competencia entre estas dos superpotencias impulsó un gran desarrollo tecnológico y abrió la puerta “de facto” a la exploración espacial.
3. La carrera espacial a la Luna - años 60
La carrera espacial a la Luna fue una competición intensa entre Estados Unidos y la Unión Soviética, impulsada por su rivalidad durante la Guerra Fría. En su célebre discurso en 1962, el presidente John F. Kennedy declaró el objetivo de llevar a un hombre a la Luna antes de que finalizara la década, lo que culminó con Neil Armstrong y Buzz Aldrin caminando sobre la superficie lunar en la misión Apolo 11 en 1969. Este logro fue un triunfo histórico para Estados Unidos y marcó el comienzo de una nueva era en la exploración espacial. Hoy en día seguimos beneficiándonos de los grandes avances científicos y tecnológicos desarrollados gracias a esas misiones. El programa lunar fue abandonado por la NASA unos años más tarde después de este triunfo. A partir del año 2000, la Agencia Espacial de China tomó como objetivo establecer una base lunar en el año 2030 creando el programa Chang’e (la diosa lunar en la mitología china). El programa esta siendo un éxito y cumpliendo las etapas del calendario planificado. Este hecho ha llevado a la NASA a retomar el programa lunar. Para su instrumentalización ha propuesto la creación de la Deep Space Gateway y el programa Artemisa.
4. Las nuevas misiones lunares
Desde la década de los noventa, hasta nuestro días, grandes agencias espaciales han mostrado su interés en la exploración del satélite natural de la Tierra. En 1990, Japón se convirtió en el tercer país en orbitar la Luna con la sonda Hagoromo, aunque algunos fallos en el transmisor de la misión limitaron su uso científico. En septiembre de 2007, Japón lanzó SELENE, destinada a estudiar el origen y evolución lunar. La Agencia Espacial Europea lanzó SMART 1 en 2003, para tomar imágenes tridimensionales de rayos X e infrarrojos de la Luna, operando hasta su impacto controlado en 2006. China, con su programa de exploración lunar, lanzó Chang’e 1 en 2007 y aterrizó Chang’e 3 en 2013, seguido de Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna en 2019. India lanzó Chandrayaan-1 en 2008, seguido de Chandrayaan-2 y Chandrayaan-3, con el último logrando el primer aterrizaje suave en el polo sur lunar. Estados Unidos ha desempeñado asimismo un papel significativo con misiones como el Lunar Reconnaissance Orbiter y GRAIL. En 2023, Rusia lanzó la misión Luna 25, que lamentablemente terminó en un accidente durante el descenso.
5. La nueva estación cislunar
La nueva estación cislunar, conocida como “Deep Space Gateway”, es un proyecto ambicioso que servirá como un nodo de transporte y un laboratorio científico en órbita alrededor de la Luna. Esta estación permitirá el acceso y la utilización de los recursos lunares y servirá como base para misiones más allá de la órbita lunar. Deep Space Gateway pretende también actuar como laboratorio de pruebas para la permancia de seres humanos en el espacio profundo, preparando el camino para futuras misiones espaciales destinadadas a la exploración del Sistema Solar. Además de su función como plataforma de investigación, la Deep Space Gateway permitirá la construcción y el ensamblaje de minisatélites. En este proyecto participan múltiples agencias espaciales y países compartiendo recursos y conocimientos para lograr un objetivo común.
6. Misiones a Marte
Las misiones a Marte representan una parte importante de la exploración espacial. Numerosos rovers, como Opportunity, Curiosity o Perseverance, han recorrido la superficie marciana, mientras que su topografía y composición atmosférica han sido estudiadas gracias a diferentes orbitadores enviados por agencias espaciales como NASA, ESA, RosCosmos y la Agencia Espacial China. Estas misiones han proporcionado una vasta cantidad de datos sobre el planeta rojo, evidenciando la presencia de agua en forma de hielo. La exploración de Marte es vista como un paso esencial hacia la posible colonización humana del planeta. Esta colonización requiere desarrollar tecnologías que permitan sobrevivir en el espacio profundo a tripulaciones humanas durante meses. El primer paso para ello, es el establecimiento de asentamientos en la Luna. La primera base lunar estará situada en el polo sur, en una zona donde abundan las rocas hidratadas.
7. Robledo de Chavela
El Complejo de Comunicaciones con el Espacio Profundo de Madrid (Madrid Deep Space Communications Complex), situado en el municipio madrileño de Robledo de Chavela, es una instalación del INTA, en cooperación con la NASA. Este complejo alberga seis antenas, que incluyen una de 70 metros (DSS-63), tres de 34 metros (DSS-65,5, DSS-546 y DSS-55), y una de 26 metros (DSS-66, también llamada “Dino”). La antena más antigua, DSS-61, se destina actualmente a proyectos educativos. La antena “Dino” respaldó la Red de Espacio Profundo durante el Apollo 11 y otras misiones Apollo, con Neil Armstrong reconociendo su papel crucial en el éxito del aterrizaje lunar. Desde estas instalaciones se monitorearon aterrizajes en Marte, incluidos los de las sondas Viking, y se estableció contacto con el robot Spirit en Marte cuando perdió comunicación con la Tierra. Además, ha sido clave en misiones de la ESA, como Mars Express y Venus Express, y seguirá siendo fundamental para futuras misiones, como la Mars Reconnaissance Orbiter. Este centro se erige como un hito en la exploración espacial, facilitando importantes avances científicos y tecnológicos.